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miércoles, 6 de mayo de 2009

Lecturas: Historia de la música


Historia de la música
Pola Suárez Urtubey
Editorial Claridad

(Buenos Aires)

Pola Suarez Urtubey propone en esta obra un enfoque novedoso de la historia de la música, al relacionarla con los cambios de textura que se han operado en el curso de los siglos a partir del canto cristiano. Convencida de que allí reside la transformación más profunda del lenguaje sonoro, la autora divide su libro en cinco partes - textura monódica, polifónica, monódica acompañada, homófona y contrapunto disonante-, estableciendo por esa vía relaciones internas y sugestivas entre períodos históricos o entre tendencias estéticas aparentemente desconectadas. Asimismo, su análisis refleja los cambios que se operan en la estilística del arte sonoro, como reflejo de las transformaciones en el seno de lo social. La música —obra del hombre— es presentada como un lenguaje sensibilísimo que vibra al compás de las mutaciones políticas, religiosas, económicas, filosóficas, que marcan las alteraciones históricas de la humanidad. El lenguaje claro y sencillo, no exento de rigor científico, convierte a la Historia de la Música en una obra de consulta útil y amena tanto para el estudioso como para el lector aficionado a este arte.

La autora preparó el libro pensando en los lectores de buen nivel intelectual que aspiran a conocer sistemáticamente el proceso de desarrollo histórico de la música culta occidental, tratando de mostrarle de qué manera ese desenvolvimiento responde a las grandes oleadas del proceso histórico-cultural de la humanidad. Si las primeras palabras se dirigen a la música de los primitivos o si se insinúan unos escasos conceptos sobre el arte oriental del pasado, es sólo para mostrar las profundas raíces que alimentan al Occidente sonoro.
Además contempló las necesidades el estudiante de música de conservatorio, razón por la cual hallan cabida en este libro consideraciones de origen técnico, en la esperanza de que la persona sin formación en ese terreno pueda acceder de alguna manera, o al menos, vislumbrarla, a la problemática de la composición musical.


Fragmentos

La herencia griega

Numerosas leyendas griegas giran en torno de la virtud mágica de la música. Por medio de su arte Orfeo no sólo hace reír y llorar a las personas, sino que domestica a las fieras y conduce los elementos para fines generosos o egoístas. Anfión, hijo de Antíope y Zeus y esposo de Níobe, hija de Tántalo, aparece como el mítico inventor de la música. Al son de su lira se levantaron las murallas de Tebas.
Pero, más allá de lo que ilustran los mitos y leyendas, queda el testimonio irrefutable de filósofos y políticos, de cuyos escritos emerge una concepción superior del poder de este arte. A través de la “doctrina del ethos”, cuyo mayor exponente fue Platón, se advierte cómo el efecto ritual que se le había hasta entonces concedido en las culturas más antiguas, es sobrepasado ahora por su efecto ético. La música conducía al perfeccionamiento del alma y al apaciguamiento de las pasiones.

Es cierto que al actuar sobre la voluntad, sus efectos no siempre eran benéficos. Según la “doctrina del ethos”, ella podia influir de distintas maneras, sea incitando a la acción y conduciendo al fortalecimiento del ser considerado en su conjunto o bien trastornando el equilibrio mental hasta anular la fuerza de voluntad normal y reducir al sujeto a la pérdida de noción de sus actos…”.


El Renacimiento


No hay acuerdo para delimitar cronológicamente el Renacimiento musical. Para unos abarca de 1450 a 1600; otros llevan sus inicios a 1420 y aun antes. Blume, por su parte, fija su conclusión hacia 1570.
Renacimiento, para los historiadores de las artes visuales, suele significar los estilos de pintura, escultura y arquitectura de los siglos XV y XVI. Gradualmente ese lapso más amplio se aplicó a todas las manifestaciones culturales…”.
“…La nueva concepción afirma el culto de la belleza y exalta las facultades del hobmre, la vida terrena, la naturaleza. En el campo del arte, la búsqueda de la belleza, en efecto, constituye el principal objetivo del artista, con lo cual se relegan a segundo plano los propósitos didácticos del Medioevo, cuando los intereses del individuo se subordinaban a su función como elementos de la unidad social. El concepto moderno de la personalidad creadora penetra en la conciencia, al punto de que dicho creador se siente con derecho a afirmar su autonomía por encima de la tradición, de la doctrina y de las leyes…”.

Pola Suárez Urtubey es profesora en Letras y Doctora en Música por la Universidad Católica Argentina. Ha realizado numerosos trabajos de investigación musicológica sobre la creación argentina aparecidos en obras colectivas y es autora de varios libros, entre ellos Alberto Ginastera y Ginastera en cinco movimientos, que han devenido en obras clásicas del tema, La música en el ideario de Sarmiento y Breve Historia de la música.
Es musicógrafa del Teatro Colón y columnista de música clásica del diario La Nación de Buenos Aires. Desde 1999 organiza cursos públicos en el Teatro Colón sobre el tema “Aproximación al conocimiento de la ópera”, como parte de una intensa labor pedagógica.
En 1999 fue designada Miembro de número de la Academia Nacional de Bellas Artes de la Argentina y Miembro de número de la Academia Argentina de la Historia.

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