Acerca de Araceli Otamendi, escritora y directora de Archivos del Sur

viernes, 20 de febrero de 2009

Turner




(Buenos Aires)

La pintura de Turner, ¿puede ser llamada puros juegos de imaginación? "Más bien veamos en ellos el estudio atento, agudo, de una estancia envuelta por la oleada que fluye de un amplio vano luminoso. Para el ojo del profano, un mueble rojo contra un muro amarillo yuxtapone simplemente dos zonas de color que separa una línea neta. Pero en realidad el rojo y el amarillo luchan uno con otro (como lo ha anotado Delacroix en una página de su Journal). Su encuentro no es una cortadura franca sino una zona vaga donde mezcla un instante y luego se separan gradualmente las dos tintas. El halo que ensancha los bordes de un vano iluminado es tan fuerte, que nuestra visión está obligada a percibirlo, pero el delgado halo de color que rodea todo objeto y que escapa a nuestra percepción, el ojo del pìntor lo percibe, y cuando nos lo restituye sin corrección, como hace Turner en los Interiores de Petworth, lo que nos ofrece es una realidad pura, quiero decir una realidad sentida, no corregida; no construida por nuestra percepción. Llamemos esta realidad subjetiva, ilógica; en verdad me parece que la intuición del pintor (análoga a la del poeta o del músico) penetra aquí hasta la sensación pura, primitiva. Y ciertamente no se podría dudar de que al traducirla, al armonizarla, Turner fuerza frecuentemente la nota. Pero lo esencial es que incluso forzadas, sus notas permanencen justas y sus acordes emocionantes..."

imagen: J.M.W. Turner(1775-1851) Interior en Petworth, Londres, Tate Gallery

bibliografía: Aurelien Digeon, La escuela inglesa de pintura, Ediciones Garriga, S.A. (Barcelona) editado en colaboración con Éditions Pierre Tisné, París

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