(Buenos Aires)
El 26 de julio a las 17 horas en el Espacio Cultural Nuestros Hijos era la cita. Desde las 16 horas cientos de mujeres fueron poblando el hall de entrada, y entre pinturas y esculturas que representaban cuerpos femeninos se armó la fila. Algunas venían de Valentín Alsina, otras de La Plata, de Carmen de Areco, de Lomas de Zamora, de Avellaneda, de Azul, de Campana, de Piletones. De todas las edades, en grupos de amigas, entre hermanas y familia, solas. Muchas ven cada sábado el programa de Canal 7, Madres de la Plaza, antes del almuerzo, a las 12:40. Otras escucharon en la Radio de las Madres, la 530. Hay quien se enteró por el diario, o le llegó un correo, o le comentó una compañera del trabajo. Todas sentían la misma necesidad, sumarse, participar, ser protagonistas del proyecto nacional y popular. Acompañar a la Presidenta Cristina Fernández, “que es un orgullo”, decían.
El auditorio del ECuNHi estaba frío, pero a medida que se fue llenando la temperatura subió. El acto comenzó con la proyección de un video en el que hablaba Teresa Parodi, que por inconvenientes técnicos no se pudo ver completo. La cantautora está de gira por Brasil y había dejado su mensaje como un modo de estar presente. Luego fue el turno de Inés Vázquez, encargada de referirse a la educación, ella dijo “tenemos un horizonte claro, que es defender el proyecto nacional, popular, que hace un tiempo se está intentando abrir paso”. La propuesta, planteó Inés, “es pensar en tres ejes: educación, trabajo y salud, las invitamos a pensar juntas qué podemos hacer para alcanzar mayores avances en nuestro pueblo”. Luego se refirió a la batalla cultural que hay que dar. Y mencionó a las Madres como ejemplo de acción política.
Araceli Mastellone tomó la palabra después. Su tema fue la salud. “Nosotras vamos a trabajar sobre lo que falta hacer en salud. La salud es un tema comunitario, es de todas nosotras, es de todos nosotros.” Para poder avanzar, señaló, “vamos a necesitar estar cada día más fuertes y nos vamos a fortalecer entre todas”. El micrófono fue entonces a manos de Patricia Alonso, que habló del trabajo con las mujeres en los barrios. “Los tres ejes se enhebran perfectamente bien” explicó, “las mujeres sabemos que tenemos que preservar y cuidar mucho la salud para que los chicos puedan ir todos los días a la escuela, y formarse para tener una mejor posibilidad de trabajo”. Y más tarde, expresó, “tenemos que abandonar ese espacio de la queja, y tenemos que participar, se terminaron las excu sas, tenemos que trabajar”.
Hebe de Bonafini afirmó que “primero nos dicen que somos minoría y es mentira, las mujeres no somos ninguna minoría. Después nos hacen creer que las mujeres no sabemos hacer algunas cosas, y las mujeres sabemos hacer muchas más cosas de las que creemos nosotras mismas. Y cuando veía tanto cariño y tanto afecto por Cristina y por el proyecto, pensábamos que había que traducirlo en un hecho concreto. Es hacer algo por apoyar este proyecto y demostrarle al país de que somos capaces las mujeres. Cómo concebimos la política las mujeres. Cómo concebimos la política sin partido. Cómo concebimos la política que es la mejor acción de hombres y mujeres para liberarnos verdaderamente. Cómo somos capaces las mujeres de pensar la libertad, la justicia. Cómo somos capaces de llevar adelante un proyecto. Es necesario que las mujeres aprendamos a defender la patria. Todas somos capaces.” Habló del parto más que múltiple, “y nuestra partera es la Presidenta”. Al terminar manifestó, “y sino podemos lavar los platos y encerar, que lo hagan los maridos, nosotras ya lo hicimos mucho tiempo.”
La palabra circuló entre todas las presentes. Dos trabajadores del ECuNHi iban y venían con los micrófonos para que todas escuchen a la que hablaba. Conmovidas, las primeras palabras salían con la voz quebrada por la emoción. Quizás por el desafío maravilloso y poco frecuente, para muchas, de la participación. Trabajadoras sociales, amas de casa, docentes, artistas, psicólogas, albañiles, todas se sintieron interpeladas a estar presentes, a acompañar el proyecto, a impulsar a Cristina. Se escucharon propuestas para discutir cómo se implementa la educación, la ausencia de vínculos con los niños y niñas, la distancia entre los programas y las prácticas. Se habló de cocina, de comer sano, de que el supermercado mete el capitalismo en los cuerpos, de recuperar las semillas. Se mencionó la violencia hacia las mujeres, la desinformación acerca de los derechos. De la falta de libertad para opinar y apoyar al gobierno en pueblos del interior.
Un aplauso cerrado culminó el encuentro. Abrazos, besos, saludos. Y las caras satisfechas de sentirse parte de una apuesta al futuro. “Soy Cristina” parecían decirse a sí mismas.
El auditorio del ECuNHi estaba frío, pero a medida que se fue llenando la temperatura subió. El acto comenzó con la proyección de un video en el que hablaba Teresa Parodi, que por inconvenientes técnicos no se pudo ver completo. La cantautora está de gira por Brasil y había dejado su mensaje como un modo de estar presente. Luego fue el turno de Inés Vázquez, encargada de referirse a la educación, ella dijo “tenemos un horizonte claro, que es defender el proyecto nacional, popular, que hace un tiempo se está intentando abrir paso”. La propuesta, planteó Inés, “es pensar en tres ejes: educación, trabajo y salud, las invitamos a pensar juntas qué podemos hacer para alcanzar mayores avances en nuestro pueblo”. Luego se refirió a la batalla cultural que hay que dar. Y mencionó a las Madres como ejemplo de acción política.
Araceli Mastellone tomó la palabra después. Su tema fue la salud. “Nosotras vamos a trabajar sobre lo que falta hacer en salud. La salud es un tema comunitario, es de todas nosotras, es de todos nosotros.” Para poder avanzar, señaló, “vamos a necesitar estar cada día más fuertes y nos vamos a fortalecer entre todas”. El micrófono fue entonces a manos de Patricia Alonso, que habló del trabajo con las mujeres en los barrios. “Los tres ejes se enhebran perfectamente bien” explicó, “las mujeres sabemos que tenemos que preservar y cuidar mucho la salud para que los chicos puedan ir todos los días a la escuela, y formarse para tener una mejor posibilidad de trabajo”. Y más tarde, expresó, “tenemos que abandonar ese espacio de la queja, y tenemos que participar, se terminaron las excu sas, tenemos que trabajar”.
Hebe de Bonafini afirmó que “primero nos dicen que somos minoría y es mentira, las mujeres no somos ninguna minoría. Después nos hacen creer que las mujeres no sabemos hacer algunas cosas, y las mujeres sabemos hacer muchas más cosas de las que creemos nosotras mismas. Y cuando veía tanto cariño y tanto afecto por Cristina y por el proyecto, pensábamos que había que traducirlo en un hecho concreto. Es hacer algo por apoyar este proyecto y demostrarle al país de que somos capaces las mujeres. Cómo concebimos la política las mujeres. Cómo concebimos la política sin partido. Cómo concebimos la política que es la mejor acción de hombres y mujeres para liberarnos verdaderamente. Cómo somos capaces las mujeres de pensar la libertad, la justicia. Cómo somos capaces de llevar adelante un proyecto. Es necesario que las mujeres aprendamos a defender la patria. Todas somos capaces.” Habló del parto más que múltiple, “y nuestra partera es la Presidenta”. Al terminar manifestó, “y sino podemos lavar los platos y encerar, que lo hagan los maridos, nosotras ya lo hicimos mucho tiempo.”
La palabra circuló entre todas las presentes. Dos trabajadores del ECuNHi iban y venían con los micrófonos para que todas escuchen a la que hablaba. Conmovidas, las primeras palabras salían con la voz quebrada por la emoción. Quizás por el desafío maravilloso y poco frecuente, para muchas, de la participación. Trabajadoras sociales, amas de casa, docentes, artistas, psicólogas, albañiles, todas se sintieron interpeladas a estar presentes, a acompañar el proyecto, a impulsar a Cristina. Se escucharon propuestas para discutir cómo se implementa la educación, la ausencia de vínculos con los niños y niñas, la distancia entre los programas y las prácticas. Se habló de cocina, de comer sano, de que el supermercado mete el capitalismo en los cuerpos, de recuperar las semillas. Se mencionó la violencia hacia las mujeres, la desinformación acerca de los derechos. De la falta de libertad para opinar y apoyar al gobierno en pueblos del interior.
Un aplauso cerrado culminó el encuentro. Abrazos, besos, saludos. Y las caras satisfechas de sentirse parte de una apuesta al futuro. “Soy Cristina” parecían decirse a sí mismas.
fuente: prensa Asociación Madres de Plaza de Mayo
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