Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y Hebe de Bonafini |
(Buenos Aires)
La Asociación Madres de Plaza de Mayo participó, este martes 16 de noviembre, de la inauguración del primer Congreso Latinoamericano de Microcréditos, en el Luna Park, que estuvo encabezado por la presidenta de la Nación, Cristina Fenrández de Kirchner, quien, además, cerró la Asamblea Nacional de Políticas Sociales.
La Presidenta estuvo acompañada en el escenario por los ministros de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; de Salud, Juan Manzur; de Ciencia y Tecnología, Luis Barañao, y de Turismo, Carlos Meyer y los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli; y de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. Junto a ellos, participaron miles de militantes, organizaciones sociales, cooperativistas y referentes culturales.
Crisitina inició su discurso visiblemente emocionada por el recuerdo de Néstor Kirchner: "Tomé conciencia que era acá -en el Luna Park- cuando recién entré y me acordé que entré con él por última vez acá", el 14 de septiembre, en un acto de la Juventud Peronista, 72 horas despúes de la operación de angioplastía a la que fue sometido Néstor.
Frente a las canciones y el recuerdo permanente del público presente hacia el ex Presidente, Crisitina expresó: "No me la hagan difícil, porque la última vez que estuve acá, él estaba conmigo, así que ayúdenme, ayúdenme a que pueda hablar bien".
Luego, continuó: "Todos tenemos que ser muy fuertes; él era el más fuerte de todos y era el mejor de todos nosotros. Y como era el mejor de todos nosotros, a los que se fueron peleando, a los que se fueron luchando sin renunciar nunca a una sola de sus convicciones, uno lo tiene que recordar sonriendo y no llorando. No llorando, sonriendo."
El Luna Park rebalsaba de aplausos y emoción, mientras Cristina intentaba contener las lágrimas para seguir con su discurso: "Este fin de Asamblea y comienzo del Primer Congreso Latinoamericano de Microcrédito, es una cosa muy importante y todos la estamos festejando y celebrando. En realidad lo que estamos celebrando hoy aquí, es la organización social que ha sido siempre, o debió haber sido siempre, uno de los objetivos de la política. La política normalmente se la identifica con las cosas como transas, trenzas o negociaciones, que las hay como en toda política, porque todos hacemos negociaciones, tenemos que intercambiar opiniones y acordar posturas para poder hacer síntesis y tenemos que empezar a desmitificar esto de que la negociación, los acuerdos son algo malo en la política, pero n o es ese el objetivo, ese es el medio, el medio para lograr esto que estamos haciendo hoy acá, que es organizar socialmente a los movimientos, a los cooperativistas, a los monotributistas, a todos aquellos que no estando en lo que se denomina formalmente el mercado, forman parte de la economía real y concreta de un país".
"Estoy convencida que el trabajo de las manos y el trabajo de las cabezas, de las neuronas, el conocimiento va a signar todo el siglo XXI. Por eso y volviendo al principio, a los objetivos de la política, siempre obviamente hemos militado en un espacio político identificado con una historia, con líderes pero nuestra incorporación a la política, la de él, la mía, la de otros miles y miles, cientos de miles de jóvenes era fundamentalmente organizar a la sociedad", agregó la Presidenta.
Luego, Cristina se refirió a la organización social: "El objetivo era la organización de la sociedad para un mundo mejor, para un mundo diferente, donde hubiera igualdad, donde hubiera también mucha libertad. Pero libertad e igualdad, las dos cosas, porque si no hay igualdad tampoco hay libertad. Si yo no puedo decidir qué vida voy a tener, si voy a ser condenada solo por ser pobre, si no voy a tener educación porque mis padres no pueden pagarla, si no voy a tener salud porque no puedo pagar un médico, no hay libertad, aunque se vote cada dos años. Libertad hay cuando cada uno puede elegir su vida, la que quiere tener y eso es lo que siempre quisimos, tener mucha libertad y mucha igualdad".
"Si ustedes recuerdan alguna otra etapa de nuestra vida institucional donde haya habido tanta libertad para todos, para los de abajo, para los del medio, para los de arriba, para que cada uno pueda decir y hacer algunas veces cosas que no debieran ni decir ni hacer, pero tener el derecho a hacerlas y decirlas y que nadie por ello los castigue. Y aunque todavía nos falta mucho para la gran equidad y la gran igualdad, creo que hemos avanzado y mucho, y seguimos avanzando. Claro, cuanto más se avanza en la equidad y en la igualdad, es cuando muchas veces más se ataca, porque hay que distribuir las cosas un poco mejor y entonces algunos pueden sentirse afectado", argumentó la Presidenta entre los cientos de aplausos que se multiplicaban en cada tribuna del mítico estadio.
Posteriormente, añadió: ""Cuando veo estas cosas en otros sectores que tienen gran poder de decisión económica, siempre les pido no que sean buenos, sino que sean inteligentes, que es más difícil todavía. Alguien puede creer que es bueno, porque participa de una obra de caridad, o porque tiene una fundación, o porque una o dos veces por semana va a ayudar, que está muy bien que así sea porque siempre es bueno que ayuden aunque sea una hora, siempre es bueno un minuto de ayuda, no estoy criticando, estoy simplemente diciendo que creo que tenemos que ser más inteligentes como sociedad, creo que este es el gran desafío que tenemos todos los argentinos, desde quién les habla hasta el último de los argentinos en el último de los lugares de la patria, en el último trab ajo que pueda tener. Todos tenemos la obligación de ser más inteligentes"
"El gran desafío, compañeros y compañeras, sé que también hay distintas delegaciones de países hermanos de Latinoamérica, ya saben que Argentina ha elegido definitivamente su casa, es América del Sur, es Latinoamérica. Ese es el lugar. Por eso digo lo de la inteligencia, miren si les hubiéramos hecho caso a los que se querían ir para Europa o Estados Unidos, Dios mío, menos mal que nos quedamos acá en nuestro lugar".
Por último, Cristina afirmó: "Discúlpame Alicia si no hablé mucho de los microemprendimientos y de las cosas, pero tenía ganas de hablar de estas cosas. Se ve que el aura anda por ahí y todo lo que veo por ahí abajo me lo recuerdan, me lo recuerda el pañuelo blanco, me lo recuerdan los jóvenes, me lo recuerdan los trabajadores".
"Quiero decirles finalmente que siempre van a poder contar conmigo, siempre, como Presidenta, como compañera, fundamentalmente como eso último que es lo que voy a ser toda la vida, compañera de ustedes, de los jóvenes, de las Madres, de las abuelas, de los trabajadores, de los cooperativistas, de los agricultores, de los que quieren una Argentina y un mundo mejor como quería él y como querían tantos que dieron su vida como también la dio él. Gracias, muchas gracias a todos y a todas. Discúlpenme, me hubiera gustado hacerlo mejor, pero ya lo voy a superar. Gracias, los quiero mucho, gracias por como lo despidieron también, gracias por todo", concluyó emocionada y abrazada por los aplausos de la multitud.
Al finalizar el acto, la Presidenta se fundió en un cálido y emotivo abrazo con las Madres que sintetizó el respeto, el cariño y la admiración mutua.
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