Gabriel García Márquez |
(Buenos Aires)
Martha Minteguía ha venido publicando en la revista Archivos del Sur varios de sus trabajos de lectura y análisis de textos. Con la publicación de este trabajo sobre el cuento La santa de Gabriel García Márquez, del libro Doce cuentos peregrinos, se completa esta serie que dará origen a un libro.
Le auguramos éxito en sus trabajos y muchos lectores.
Araceli Otamendi
Estos doce cuentos , permanecieron en un cajón por mucho tiempo olvidados por su autor Gabriel García Márquez ,hasta que un día los eligió entre muchos otros arrumbados en su escritorio . El es un escritor nacido en Colombia y que en 1955 publica su primera novela : Hojarasca , pero su consagración llega con Cien años de soledad .
Su obra literaria es prolífica y entre ella , estos Doce cuentos peregrinos son especialmente interesantes. Entre ellos , he elegido para analizar :La santa , cuyo personaje principal ,Margarito Duarte , que es casado y padre de una hija ,sufre la desgracia que un día ellas , mueren en un accidente .
Pasados doce años ,al trasladar las tumbas a un nuevo cementerio ,encuentra en el féretro de su hija , que el cuerpo de la niña está en perfecto estado y con perfume a rosas .
En el pueblo , todos comienzan a hablar de “ santidad “, y es así que Margarito mete el cuerpo en un baúl y se marcha a Roma sin sospechar que se convertirá en cambio en cautivo de ella para el resto de su vida , en la búsqueda infructuosa de ser recibido por alguno de los Papas que se van sucediendo .
Hasta su acercamiento a un productor cinematográfico es un fiasco , ya que éste solo ve una posibilidad de éxito si el padre resucitara a su hija .
Cuando veinte años después lo vuelve a encontrar García Márquez , aún sigue peregrinando tras la audiencia imposible .
Este cuento está envuelto en el Realimo mágico , es decir , de esa característica propia de la literatura latinoamericana, donde se funde la realidad narrativa con elementos fantásticos, no para asociarlos sino para exagerar su aparente discordancia .
La santa supone un reto para todo lector ya que la noción común de la realidad lleva implícito un planteo sobre la “ verdad “ que puede desvirtuar el verdadero mensaje del cuento si sólo lo comprendemos como pura fantasía con ciertos ecos críticos sociológicos .
El narrador cuenta en primera persona y es el propio García Márquez quién narra la historia, intercalando pequeños argumentos sobre sucesos vividos por él mismo en Roma . ( De hecho , él vivió varios años en Europa .)
La narración se mantiene en el pasado mediante nexos verbales del tiempo condicional compuesto ( había venido ) y se entrelaza con el “yo” del autor y de los otros personajes .
A su vez , abunda la inspiración humorística , lo popular con sus tradiciones y una atmósfera muy especial que revelan un estilo muy personal .
En La santa hay una notable influencia surrealista donde se exterioriza cierto vaho de “superstición “ junto a una clara reacción mediante la palabra ante actitudes “ dictatoriales”, en este caso, de la Iglesia. De allí que aparezca una evidente imagen y concepto del ridículo amén de la clara crítica frente a sucesos posibles de orden Divino que la institución clerical no acepta. Al ser publicado en los 90 , se debe relacionar con aquellos que componen guiones de cine. El “ peregrinar “ no sólo tiene que ver con el tiempo que tardaron en publicarse, sino con el “ modo “ narrativo , ya que el autor va engarzando hechos que suceden entre diversos movimientos de la escritura , solamente estancada en breves instancias descriptivas .
Margarito deja en su peregrinar una huella muy marcada y es la consideración del hombre como misterio en medio de datos realistas. ¿Es él el verdadero santo? La respuesta es positiva al observar sus cualidades conjuntamente con su accionar en el centro de una total convicción de Fe . ¿Niega la realidad o la valoriza aún más desde su trasfondo mágico? Interrogantes que nos acercan a las características del Realismo mágico, en cuanto al reflejo del espacio latinoamericano cargado de fuertes creencias en la vida cotidiana. Margarito y el resto de los personajes perciben todo como “normalidad “ sin necesidad de explicación alguna. Importa más lo “sensorial “ y esa alusión que impone el título del cuento.
Dentro del “yo” narrativo central, existen diversos “ puntos de vista” ante la multiplicidad de personajes que dicen algo.
El tiempo evidencia lo cíclico (veinticinco años después volví a ver … ) y ( volví a Roma veintidos años después) , son capaces de ir disociando la propia racionalidad lectora. El presente se repite o se parece al pasado en todo el cuento. Esto ayuda a transformar lo común y cotidiano en una vivencia de experiencia sobrenatural.
El fenómeno de la muerte es tomado en cuenta como personajes que pueden morir y volver a nacer aunque atravesados por el milagro bíblico que aumenta la intensidad de la historia contada: “ Por el amor de tu padre, hijita : levántate y anda .” ( Referencia a Lázaro, Nuevo testamento).
Este trabajo de intertextualidad en la escritura no es el único en el cuento, si pensamos por ejemplo en “ a bella dormida” que atraviesa de puntillas la casa- pensión en Roma y se dirige a la alcoba de Margarito : alusión al mito de la humanidad en las figuras de Eva y su Adán. O cuando indirectamente nos recuerda a Pirandello en estas palabras : “ … durante años pensé que Margarito Duarte era el personaje en busca de autor que los novelistas esperamos durante toda una vida …” No sólo es un intertexto sino un claro accionar “ metalinguístico”, provocando ruptura en la lineación narrativa común.
Otro aspecto de los personajes a tener en cuenta , es que “ viajan “ o mejor dicho , atraviesan diversos espacios físicos y mentales . Ej: el tenor Rafael Rivero Silva , García Márquez o Zabattini . Hasta la tía Antonieta al rememorar como mataron a su amante durante la Guerra .
Al final del cuento, García Márquez retorna al puro realismo reflexivo cuando dice : “Entonces no tuve ya ninguna duda , si es que alguna vez la tuve , de que el Santo era él .”
Sin darse cuenta a través del cuerpo incorrupto de su hija, llevaba ya veintidós años luchando en vida por la causa legítima de su propia canonización .
Semejante final , me remite como lectora, a querer bucear aún más entre líneas y tratar de encontrar la verosimilitud en una historia que presenta una dimensión más profunda que lo meramente fantasioso.
Esta nueva forma de realismo , nace a mi entender, de las raíces atormentadas de la tierra latinoamericana, sólidamente apoyada en las historias de sus pueblos, que contienen verdades únicas, personales, identificatorias.
Me quedo con un tipo de narrar novedoso para el siglo XX, mediante el cual , el texto requiere de la figura del lector Implícito o lector Modelo ( “ in – fabula” , parafraseando a U. Ecco ) .El lector tiene que dejar de lado su pasividad y volverse un entusiasta y dinámico buceador , tanto en el plano de la historia como en el plano del discurso. El texto de La santa apela a éste y lo interroga a su manera.
Creo que es el verdadero “ efecto” que provoca el cuento .
Se superponen en él, lo sociológico, lo psicológico y lo histórico, en una nueva manera de narrar o contar .
El personaje cobra fuerza simbólica desde lo biplánico de todo signo linguístico y el cuento alcanza plena coherencia en esa realidad hondísima del lenguaje .
(c) Martha Minteguía
Mar del Plata
Provincia de Buenos Aires
te amo araceli, tu percepción es muy buena
ResponderEliminaragradezco el comentario, pero el trabajo sobre La santa, de Gabriel García Márquez es de Martha Minteguía, como se indica al inicio, cordialmente,
ResponderEliminarAraceli Otamendi
es un texto muy interesante y lo considero excelente
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