El economista y filósofo Naasim Nicholas Taleb, autor de los libros ¿Existe la suerte? y El cisne negro recurre a muchas citas y libros para considerar lo que se llama el problema de la inducción, problema que ha obsesionado a la ciencia durante los últimos tres siglos.
Solón, legislador griego,conocido por su dignidad, reserva, elevada moral, humildad, frugalidad, sabiduría, inteligencia y valor fue invitado un día al palacio de Creso, rey de Lidia. Solón no manifestaba la más mínima fascinación por la riqueza y el esplendor que rodeaban a su anfitrión ni la más mínima admiración por su propietario. Creso entonces se irritó. Le preguntó a Solón si había conocido a un hombre más feliz que él. Solón citó la vida de un hombre que había llevado una vida noble y había muerto en el campo de batalla. Al insistirle Creso, Solón le respondió con ejemplos parecidos de vidas heroicas pero pasadas. Creso se enfureció y le preguntó a Solón directamente si no se le debía considerar a él el hombre más feliz del mundo. Entonces Solón le respondió que la observación de las numerosas desgracias que afectan a todas las condiciones nos impide ser insolentes sobre nuestros actuales disfrutes, o admirar la felicidad de un hombre que todavía, puede, con el tiempo, padecer cambios. Pues el futuro incierto todavía está por venir, dijo Solón, con todo tipo de futuros; y sólo aquel al que la divinidad ha garantizado una felicidad continuada hasta el final puede ser llamado feliz”.
El libro de Taleb hace hincapié en lo mucho que se reflexionaba en los tiempos de Solón y en que la mayoría de los libros de autoayuda son ineficaces, ya que dice “los buenos, ilustrativos (y “amigables” ) consejos y sermones elocuentes no calan más de unos pocos momentos cuando van en contra de nuestra constitución". Taleb sostiene que las ideas no calan realmente cuando las emociones entran en juego, ya que “no utilizamos nuestro cerebro racional fuera del aula”. Taleb insiste en los estoicos, en el refuerzo de la elegancia personal, en el mostrar un sapere vivere (“saber vivir”) en todas las situaciones, en la actitud dignificada tanto en la victoria como en la derrota.
Elegí comentar este libro porque creo que la advertencia de Solón, nos puede servir para considerar con qué actitud andamos por la vida. Y eso, tal vez, sea un buen comienzo de año.
Muy buena reflexión, Araceli, sin embargo temo que se vuelva paradójica y que la moraleja tampoco cale realmente en este espacio. Así y todo, considero que es una buena forma de que, por repetición, llegue a nuestro oídos.
ResponderEliminarTe deseo un hermoso comienzo de año.
Humberto.
¡Gracias! Humberto, también deseo un buen comienzo de año para vos.
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