Suplemento Día Internacional de la Mujer
Magda Lago Russo
Todos los años en esta fecha se realizan diferentes reflexiones:.. “Que si los Derechos”…”La equidad…” “Igual remuneración por el mismo trabajo que el hombre”…en fin, una serie de pautas que conforman una plataforma sumamente respetable y por la cual se debe seguir luchando. Sin embargo, nadie trata de bucear en el estado anímico de la mujer, de buscar sus sentimientos, sus reacciones ante situaciones puntuales que la pueden afectar. De reflexionar sobre situaciones como:
¿Puede una mujer ser feliz estando sola?
La mujer desde el principio de la humanidad ha debido recorrer un camino lleno de obstáculos para lograr trascender su condición de madre y tener la posibilidad de participar en la sociedad. Ser mujer se limitó durante mucho tiempo al cuidado de los hijos, las tareas domésticas y los trabajos manuales artesanales. Este estado de cosas fue creando a su vez una cultura de roles rígidos difíciles de trascender, manteniéndose la educación mientras que la participación en el poder civil fue reservada a los hombres durante siglos.
Como podemos ver a través de estos flashes de la historia que la mujer estaba al lado del hombre por amor o por convicción, pues era el lugar asignado. Estaba en compañía.
Actualmente, las mujeres tienen pleno protagonismo, invaden las universidades y compiten con los hombres en todas las áreas de la sociedad; tanto en los puestos de trabajo de jerarquía, como en las investigaciones científicas y la medicina; los puestos políticos de más alto nivel y en todos los campos de la cultura En compañía o solas.
Una mujer puede ser feliz estando sola si entiende, según la Psicóloga Marta Chiarelli * que:
“La felicidad no es algo que se siente inconscientemente en toda circunstancia. Es una causa, un estilo de vida, una rutina que se aprende. Y que debe provenir de la propia mujer. ¿Cómo? Cambiando la auto imagen
Dejando de sentir lástima de sí misma.
Cambiando su comportamiento y su actitud según sea necesario. Aceptar lo que no puede cambiar, pero cambiando lo que está a su alcance cambiar. Debe entender que no necesita de nadie para ser feliz: es completa en sí misma. Ningún hombre tiene el poder de dar o de sacar ninguna pieza de su rompecabezas personal, a menos que lo permita. Si asume eso, se va a dar cuenta de que no hay motivo para desesperarse por no tener un varón al lado. Es falsa la creencia de que una mujer sin un hombre no es nada. Hay que entender que las alegrías y las frustraciones de su vida dependen solo de ella. “
De todo lo dicho surge una reflexión: La mujer sola, no debe envolverse en su soledad y quedar abatida por ello. Debe averiguar cuáles son sus propios recursos, indagar cuáles son sus aptitudes para ponerlas en práctica tomarse de ellas y volcar todos los sentimientos para que se concreten
Asumir por lo tanto su individualidad. También reforzar vínculos con amigas o gente nueva. Pensar con el corazón, no volverse fría porque el dolor ha golpeado su puerta y le ha destrozado el alma.
No abandonarse, que perfume la cama aunque el amor se fue volando en pos del infinito o le dio la espalda. Que como una maga cambie en luz y sonrisa los dolores que siente en el alma, sólo para que nadie lo note.
Finalmente; el estar sola es una opción de vida y la mujer puede ser feliz, todo depende de ella misma. Y…como dice Rafael Amor**
“ En el camino aprendí..
Que andar solo no es soledad
Que la cobardía no es paz
Ni se es feliz por sonreir
Y que peor que mentir es silenciar la verdad ”……..
*Licenciada en Psicología: Marta Rosa Chiarelli
Universidad de Buenos Aires (UBA) - 1973
** Rafael Amor poeta y compositor argentino.
(c)Magda Lago Russo.
Montevideo
Uruguay
Magda Lago Russo es Bioquímica farmacéutica y escritora
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