(Buenos Aires)
Hace unos meses la Sociedad Argentina de Escritores SADE intentaba recaudar por decreto un canon mensual de las revistas que publican a autores argentinos. Mi respuesta a las comunicaciones recibidas de los escritores Antonio Las Heras y Aníbal Silvero, fueron publicadas
en la revista. Dado que las revistas digitales que dirijo Archivos del Sur y Barco de papel no reciben subsidios, ni tienen publicidad ni están en el régimen de mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires, me resultaría imposible pagar ese canon, por lo cual de implementarse esa modalidad de recaudación no podría seguir publicando textos de autores argentinos. Después de varios cruces de cartas, no recibí otras comunicaciones.
Estas revistas las edito desde hace diez años con mucho trabajo y esfuerzo de mi parte y con sólo el apoyo de mi familia, marido e hijos. Los autores publicados en estas revistas han dado su autorización a la publicación de sus textos, enviándolos directamente a las revistas.
Por otro lado, ante una comunicación recibida en la fecha, a través de agentes de prensa, relacionada con un congreso de IFFRO - Federación Internacional de Organizaciones de Derechos de Reproducción -realizado en Buenos Aires, dice la comunicación:"...La expresidenta de IFRRO, expresó que, "...en plena era digital, la principal debilidad es una pretendida o extendida opinión de que “todo lo que viene a través de las redes tiene que ser gratis”. Añadió que: “No se puede pretender que productos que tienen un autor que debe ser compensado por su trabajo, realizado por un editor, no sean cobrados. Esto va en contra de la industria cultural y de la creatividad y puede influir en la pérdida de productos culturales”. Para Vinent, que también es directora general de CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos), la situación de las distintas regiones del mundo varía, de acuerdo con el desarrollo de sus propias industrias creativas. “Proteger el copyright y la propiedad intelectual, es avanzar, es apostar por el crecimiento y la innovación”, señaló..".
Ya se sabe que vivimos una nueva época, la de la era digital, sería buenísimo conseguir sponsors y publicidad pero hasta ahora no los he conseguido. ¿Y eso me impide editar revistas digitales como las que publico? En ese caso mi libertad de expresión se vería cercenada y estaría impidiendo la difusión de much@s autor@es que sí quieren dar a conocer sus trabajos en la web y no pueden pagar una edición
en papel, ni tampoco tienen agentes literarios ni publican en editoriales comerciales.
Araceli Otamendi
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