A Sócrates Expósito, la vida nunca le había dado un abrazo. Nacido de la tormenta, ésta sería su noche, su frente, su perfil…su acompañante.
La triste composición de una partitura inacabada.
Siendo apenas un niño, una hemorragia de lágrimas le creó
una herida que sería eterna, ya por entonces empezó a odiar las cenizas de
aquel maltrecho mundo a punto de hundirse.
Pasaron algunos años, y cansado de recibir tantas puñaladas,
decidió una luminosa mañana, poner fin a su atormentada existencia.
Con una gruesa cuerda de cáñamo, escondida bajo el abrigo,
marchó de casa, orgulloso, masticando la sonrisa del predestinado.
Durante varios meses lo había estado planeando con detalle y
precisión.
- Bien! se dijo, hoy es el gran día…vamos allá. Comenzó a
bajar los estrechos peldaños del viejo edificio tan apresuradamente, que
resbaló en un rellano encerado
-¡qué susto, Dios!
leer:
https://archivosdelsurnarrativa.blogspot.com/2022/12/la-leyenda-del-suicida-entre-sombras-de.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente esta nota- los comentarios anónimos no se publican