(Madrid)
TELEPROMPTER*
Nuevos camuflajes de lo pictórico
Día a día se multiplica infinitamente, en una ecuación imposible de cuantificar, el número de relatos, de imaginarios simbólicos, que se generan en ámbitos no considerados específicamente artísticos. Todo nos empuja a un consumo acelerado de imágenes que sólo puede generar ansiedad, ansiedad que sólo puede saciarse tragando atropelladamente más imágenes. Así el espectáculo se nos da por duplicado, primero como causa de la alienación y luego como falso remedio, como tratamiento que alivia los síntomas a costa de agravar la enfermedad, de forma semejante a los náufragos que se ven obligados a beber agua de mar para calmar la sed.
En esta situación qué cosa podría estar más muerta y enterrada que la lenta, chorreante y aceitosa pintura. Pero la pintura es perro viejo, soldado curtido en incontables derrotas, capaz de abandonar sin desdoro en el campo de batalla el escudo y los estandartes, siempre dispuesta a hacerse el muerto si ese es el precio a pagar por salvar el pellejo, como ha sucedido en reiteradas ocasiones durante la ya lejana implosión de los formalismos vanguardistas. Viva o muerta, la pintura ha abandonado definitivamente el lugar de privilegio que ocupó durante siglos en el arte occidental: ha sido destronada y esto, paradójicamente, puede resultar revitalizador. Ahora, situada oblicuamente, buscándose la vida en los márgenes del sistema técnico de producción de imágenes, la pintura está obligada a repensarse.
De momento las nuevas circunstancias la han empujado fuera de los espacios (físicos y mentales) que antaño señoreaba, y la ha obligado a aventurarse más allá de sus fronteras, a colonizar nuevos territorios y rearmarse teóricamente para esa acometida. La pintura por necesidad se ha vuelto nómada y exiliada, y como cualquier otro refugiado ha tenido que servirse del disfraz y el camuflaje, se ha visto empujada a concertar turbios acuerdos con sus vecinos digitales, y ha aprendido a mostrarse vulnerable para no levantar sospechas. Así lo pictórico sobrevive en los campos más diversos, expandiéndose e interactuando con los nuevos medios tecnológicos, apropiándose de los recursos formales y conceptuales de otros lenguajes artísticos.
Título de la exposición: Teleprompter. Nuevos camuflajes de lo pictórico
Comisario: Ángel Cerviño
Montaje: Centro Torrente Ballester
Diseño y dirección de montaje: Ángel Cerviño
Organizan: Centro Torrente Ballester. Concejalía de Cultura. Concello de Ferrol
Concejala de Cultura: Mercedes Carbajales Iglesias
Asesor Cultural: Roberto Taboada
Fechas de celebración: Del 29 de mayo al 22 de agosto de 2009
Inauguración: 29 de mayo a las 20.00 h
Artistas participantes:
Bosco Caride
Ángel Cerviño
Chelo Matesanz
Nano4814
Álvaro Negro
Simón Pacheco
Isaac Pérez Vicente
Más información
Centro Torrente Ballester - C/ Concepción Arenal, s/n. 15402 Ferrol
Tlf. 981 944 187 - www.ferrol.es
Horario de invierno (1 de octubre - 31 de mayo): de martes a domingo de 11.00 h a 13.30 h y de 17.00 h a 21.00 h
Horario de verano (1 de junio - 30 de septiembre): de martes a domingo de 10.30 h a 14.00 h y de 19.00 h a 21.30 h
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