La sed de un artista está custodiada por una "necesidad" que insinúa actos intrínsecos conducidos por íntimos momentos que declaran un creador sumergido en medio de una apercepción, obligándolo a reflejarse en un lienzo que más adelante se transformará en un “hábito” moldeado por momentos subjetivos. Esto es similar al nacimiento de una idea portentosa, contraria al autor de la misma. La obra se independiza y se refleja en la época.
El artista construye una arquitectura lineal que se introduce a la hora de plasmar la concepción furiosa, calmada, y poética de su interioridad, causando así una emoción elocuente poco duradera y seca que se convierte en la necesidad de crear algo más.
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4 comentarios:
La obra se aleja del creador, me gusta mucho esto. Buen escrito.
Excelente. como fluye el dialogo.
excelente, el arte se manifiesta por medio de una época. interesante.
interesante articulo.
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