(Buenos Aires)
Cuando hace ya varios años, en los ´80, empecé a estudiar a diversos autores dispuesta a escribir "en serio", es decir, no solo en un cuaderno como lo venía haciendo desde que tengo uso de razón - poemas, reflexiones, sueños - sino con la finalidad de alguna vez publicar - nunca pensando o calculando en el dinero que iba a ganar, o la fama que iba a conseguir - , uno de los autores que leí fue a Milan Kundera (Brno, Checoeslovaquia, 1929). Leí varias novelas de él -La insoportable levedad del ser, El libro de los amores ridículos, Jacques y su amo, La vida está en otra parte, entre otras-, estudié cómo construía sus novelas. Y también leí su ensayo "
El arte de la novela". Voy a referirme a algunos de los temas que él menciona en el libro.
El espíritu de la novela es el espíritu de la complejidad
"Cada novela dice al lector: "Las cosas son más complicadas de lo que tú crees". Esa es la verdad eterna de la novela que cada vez se deja oír menos en el barullo de las respuestas simples y rápidas que preceden a la pregunta y la excluyen. Para el espíritu de nuestro tiempo, tiene razón Ana o tiene razón Karenin, y parece molesta e inútil la vieja sabiduría de Cervantes que nos habla de la dificultad de saber y de la inasible verdad...". Aquí está en juego el arte del novelista, quien debe presentar las cosas lo más complicadamente posible, para que el lector se esfuerce.
. El espíritu de la novela es el espíritu de la continuidad
"Cada obra es la respuesta a las obras precedentes, cada obra contiene toda la experiencia anterior de la novela. Pero el espíritu de nuestro tiempo se ha fijado en la actualidad, que es tan expansiva, tan amplia que rechaza el pasado de nuestro horizonte y reduce el tiempo al único segundo presente...". A pesar de que el libro se publicó originalmente en 1986, pienso que lo que sostiene aquí Kundera está vigente.
¿Quiere decir esto que, en el mundo "que ya no es el suyo" la novela desaparecerá?
¿Que va a dejar a Europa hundirse en el "olvido del ser"?
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Al respecto dice: "¿Que sólo quedará la charlatanería sin fin de los grafómanos, novelas de después de la historia de la novela?" y contesta: -"No lo sé. Sólo creo saber que la novela ya no puede vivir en paz con el espíritu de nuestro tiempo: si todavía quiere seguir descubriendo lo que no está descubierto, si aún quiere "progresar" en tanto que novela, no puede hacerlo sino en contra del progreso del mundo. Kundera, de origen checoeslovaco, sostiene que el creador de la Edad Moderna no es sólo Descartes sino también Cervantes: "...si es cierto que la filosofía y las ciencias han olvidado el ser el hombre, aún más evidente resulta que con Cervantes se ha creado un gran arte europeo que no es otra cosa que la exploración de este ser olvidado...". Esto que dice Milan Kundera: "...si aún quiere "progresar" en tanto que novela, no puede hacerlo sino en contra del progreso del mundo..." me parece vigente aún hoy, para seguir descubriendo, como dice él, lo que no está descubierto.
Las vanguardias, el porvenir, la herencia y la novela
"La vanguardia ha visto las cosas de otro modo; estaba poseída por la ambición de estar en armonía con el porvenir. Los artistas vanguardistas crearon obras, cierto es, realmente valientes, difíciles, provocadoras, abucheadas, pero las crearon con la certeza de que "el espíritu del tiempo" estaba con ellos y que, mañana, les daría la razón. Antaño, yo también consideré que el porvenir era el único juez competente de nuestras obras y de nuestros actos. Sólo más tarde comprendí que
el flirteo con el porvenir es el peor de los conformismos, la cobarde adulación del más fuerte. Porque el porvenir es siempre más fuerte que el presente. El es el que, en efecto, nos juzgará. Y por supuesto, sin competencia alguna. Pero, si el porvenir no representa un valor para mí, ¿a quién o a qué me siento ligado?: ¿a Dios? ¿a la patria? ¿al pueblo? ¿al individuo? Mi respuesta es tan ridícula como sincera: no me siento ligado a nada salvo a la desprestigiada herencia de Cervantes...".
El hombre desea un mundo en el cual sea posible distinguir con claridad el bien del mal porque en él
existe el deseo, innato e indomable, de juzgar antes de comprender. Comprender con Cervantes el mundo como ambigüedad, tener que afrontar, no una única verdad absoluta, sino un montón de verdades relativas que se contradicen (verdades incorporadas a los egos imaginarios llamados personajes), poseer como única certeza la sabiduría de lo incierto, exige una fuerza igualmente notable.
Y aquí, creo que el autor acierta, ya que para leer novelas siendo un lector como lo definía Borges, un lector que lee por el placer estético de la lectura, hay que jugar con la ambigüedad, poseer como única certeza la sabiduría de lo incierto.
"....El camino de la novela se dibuja como una historia paralela de la Edad Moderna. Si me giro para abarcarlo con la mirada, se me antoja extrañamente corto y cerrado. ¿No es el propio Don Quijote quien, después de tres siglos de viaje, vuelve a su aldea transformado en agrimensor...?...".
Kundera se refiere al personaje de Kafka en una de sus novelas. "...Don Quijote partió hacia un mundo que se abría ampliamente ante él. Podía entrar libremente en él y regresar a casa cuando fuera su deseo. Las primeras novelas europeas son viajes por el mundo que parece ilimitado...". "...En cambio, tres siglos después en esa aldea bajo el castillo, ya no tiene elección, la aventura le es ordenada: un desdichado contencioso con la administración derivado de un error en su expediente. Después de tres siglos ¿qué ha ocurrido pues con la aventura, ese primer gran tema de la novela? ¿Acaso ha pasado a ser su propia parodia? ¿Qué significa esto? ¿Que el camino de la novela se cierra con una paradoja? ...".
Creo que la respuesta podría ser algo que el mismo Kundera dice: "...Hoy, la historia del planeta es, finalmente, un todo indivisible, pero es la guerra, ambulante y perpetua, la que realiza y garantiza esa unidad de la humanidad largo tiempo soñada. La unidad de la humanidad significa: nadie puede escapar a ninguna parte...".
La novela y los grandes autores de novelas
La novela "...con Balzac descubre el arraigo del hombre en la Historia, con Flaubert explora la
terra hasta entonces incógnita de lo cotidiano, con Tolstoi se acerca a la intervención de lo irracional en las decisiones y comportamiento humanos. La novela sondea el tiempo: el inalcanzable momento pasado con Marcel Proust; el inalcanzable momento presente con James Joyce. Se interroga con Thomas Mann sobre el papel de los mitos que, llegados del fondo de los tiempos, teledirigen nuestros pasos...".
¿Qué nos quedaría entonces al escribir una novela?
Hermann Broch decía con obstinación que "...descubrir lo que sólo una novela puede descubrir es la única razón de ser de una novela. La novela que no descubre una parte hasta entonces desconocida de la existencia es inmoral. El conocimiento es la única moral de la novela...".
Y en esto, estoy de acuerdo con el autor.
Milan Kundera recibió los Premios Europa-Literatura, Jerusalén, Commonwalth
Award y el Premio Nacional Checo de Literatura en 2007. En 2010 fue nombrado Duque de Amarcord por el rey Xavier (Javier Marías) convirtiéndose en el primer escritor checo en obtener un título nobiliario en el ficticio Reino de Redonda.
bibliografía:
Milan Kundera, El arte de la novela, Tusquets Editores, Barcelona, 1987