![]() |
| imagen diseño por IA |
Cada vez que ella se marchaba, era como una mutilación, mi cuerpo quedaba detenido y al momento oscilaba en el aire buscando una salida para retenerla. Solía gritarle cuandollegaba al camino pedregoso y casi deseaba que cayera por el acantilado y así, desesperada,pudiera necesitar mi ayuda.
Ella tenía su vida y sus obligaciones, nada podría detenerla. En esos momentos solo existía su hijo esperándola en el internado. ¿Cómo la esperaría él? Ni siquiera tendría una marca en el cuerpo o un ojo amoratado. Era un chico muy inteligente.
leer:
https://archivosdelsurnarrativa.blogspot.com/2025/11/el-acantilado-cecilia-vetti.html

No hay comentarios:
Publicar un comentario