Seguir en Twitter

Mostrando entradas con la etiqueta Gabriel García Márquez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gabriel García Márquez. Mostrar todas las entradas

martes, 8 de agosto de 2017

Acerca de los cincuenta años de "Cien años de soledad" por Magda Lago Russo


tapa del libro Cien años de soledad de Gabriel
García Márquez
Penguin Random House Grupo Editorial
ilustración de Luisa Rivera


(Montevideo) Magda Lago Russo

Cien años de soledad narra la vida de la familia Buendía y su permanencia en el pueblo de Macondo que fue destruido luego de cien años. Este se fundó luego de que José Arcadio Buendía partiera junto a su esposa Úrsula Igüarán y un grupo de amigos hacia la sierra, pues buscaban escapar del espectro de Prudencio Aguilar, víctima de José Arcadio. En el verano de 1965, radicado en México con su esposa, Mercedes Barcha, sus hijos Rodrigo y Gonzalo, llegó a la cabeza de Gabriel García Márquez la determinación de materializar la novela que desde su adolescencia tenía en mente y que realmente lo llenaba profesionalmente. Gabo (como así lo llamaban) pudo dedicarse a escribir después de asegurarse una entrada económica mínima para el sustento de su familia con los contratos para publicar sus obras previas en inglés y en francés, gestionados por la agente literaria Carmen Balcells. 

leer nota completa:


https://archivosdelsur-ensayos.blogspot.com.ar/2017/08/acerca-de-los-cincuenta-anos-de-cien.html

jueves, 17 de abril de 2014

García Márquez, un genio humilde por Reinaldo Edmundo Marchant*

(Santiago de Chile) Reinaldo Edmundo Marchant

Lo conocí en Colombia el año 1998. Durante mi estadía como agregado cultural de la embajada de Chile. No sólo había leído sus novelas y cuentos, sino muchísimos textos relativos a su obra magnífica. Existe un ejemplar, que aún conservo, “El olor de la guayaba”, de Plinio Apuleyo Mendoza, escritor colombiano, el mejor amigo del Gabo, que debe ser uno de los libros más completos y entrañables que se han escrito sobre el maravilloso recorrido literario y humano de Gabriel García Márquez.
Leer nota completa:

http://archivosdelsur-ensayos.blogspot.com.ar/2014/04/garcia-marquez-un-genio-humilde-por.html

*Reinaldo Edmundo Marchant es escritor, chileno y fue agregado cultural de la Embajada de Chile en Colombia y en Uruguay

Murió Gabriel García Márquez


(Buenos Aires)

El escritor colombiano Gabriel García Márquez murió hoy a los 87 años, según informan diarios nacionales e internacionales.
Había nacido en Aracataca, un municipio del noroeste colombiano. Su novela Cien años de soledad fue publicada originalmente en Buenos Aires por la editorial Sudamericana.
La novela fue un éxito de ventas, Gabo se hizo así famoso.
Reconocido como uno de los principales exponentes del realismo mágico, García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982.
Sus obras más conocidas son Crónica de una muerte anunciada, El coronel no tiene quien le escriba, La Hojarasca, Vivir para contarla entre muchas otras.
Lo vamos a extrañar.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez- A 45 años de su publicación


primera edición de Cien años de soledad- (c) Araceli Otamendi -
Archivo: Revista Archivos del Sur

(Montevideo) Magda Lago Russo


“El secreto de la felicidad es hacer sólo aquello con lo que uno disfruta”.G.G.Márquez


Cien años de soledad es una novela del escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura en 1982, Gabriel García Márquez. Elige para ese momento como tema musical el Intermezzo Interrotto de Bela Bartok. Su discurso de agradecimiento es un canto de amor a América Latina. Entre otras cosas dijo:
“Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíbles nuestra vida. Éste es el nudo de nuestra soledad”. Considerada "Cien años de soledad” una obra maestra de la literatura hispanoamericana y universal, es una de las obras más traducidas y leídas en español. Fue catalogada como una de las obras más importantes de la lengua castellana durante el IV Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en Cartagena de Indias en marzo de 2007. La novela fue escrita por Gabriel García Márquez durante dieciocho meses, entre 1965 y 1966 en Ciudad de México, y se publicó por primera vez a mediados de 1967 en Buenos Aires. La idea original de esta obra surge en 1952 durante un viaje que realiza el autor a su pueblo natal, Aracataca, en compañía de su madre. En su cuento Un día después del sábado publicado en 1954, hace referencia por primera vez a Macondo, y varios de los personajes de esta obra aparecen en algunos de sus cuentos y novelas anteriores.
García Márquez es un representante del llamado “Realismo Mágico.”
Desde 1955 se ha usado el término Realismo Mágico con creciente frecuencia para describir la literatura latinoamericana escrita después de la segunda Guerra Mundial.
La falta de una definición uniforme de estos términos preocupa a algunos críticos y en el Congreso del Instituto de Literatura Iberoamericana de agosto de 1973 se discutió este punto, dado que se reconoce como inicial de esta corriente literaria o movimiento, al año de 1925, con la publicación de Franz Roh: “Post-impresionismo, realismo mágico y problemas de la nueva pintura europea”
El realismo mágico (también llamado lo real maravilloso) hace posible que la objetividad de la vida material se vea matizada por la subjetividad de la fantasía. Lo insólito da lugar a una atmósfera mágica que atenúa la miseria social y humana, de forma que lo mágico subraya la dureza y desajuste de la realidad, la violencia que domina la vida cotidiana.
El paralelismo entre algunas circunstancias biográficas de García Márquez con algunos elementos de Cien años de soledad resulta evidente.
En un comienzo, pensó en titular su novela La casa, pero se decidió por Cien años de soledad para evitar confusiones con la novela La casa grande, publicada en 1954 por su amigo, el escritor Álvaro Cepeda Samudio. La primera edición de Cien años de soledad fue publicada el 5 de junio de 1967 por la editorial Sudamericana de Buenos Aires a donde fueron enviados los originales por correo divididos en dos partes, porque debido a las dificultades económicas del escritor no pudieron pagar el primer envío.
El libro se compone de 20 capítulos no titulados, en los cuales se narra una historia con una estructura cíclica temporal, ya que los acontecimientos del pueblo y de la familia Buendía, así como los nombres de los personajes se repiten una y otra vez, fusionando la fantasía con la realidad. Se relata el origen, la evolución y la ruina de Macondo, una aldea imaginaria que había hecho su aparición en las tres novelas cortas que su autor había publicado con anterioridad. Estructurada como una saga familiar, la historia de la estirpe de la familia Buendía se extiende por más de cien años, y cuenta con seis generaciones para hacerlo. La crónica acumula una gran cantidad de episodios fantásticos, divertidos y violentos, y la de Macondo, desde su fundación hasta su fin, representan el ciclo completo de una cultura y un mundo. El clima de violencia en el que se desarrollan sus personajes es el que marca la soledad que los caracteriza, provocada más por las condiciones de vida que por las angustias existenciales del individuo.
Durante la novela, todos sus personajes parecen que están predestinados a padecer de la soledad, como una característica innata de la familia Buendía.
El pueblo mismo vive aislado de la modernidad, siempre a la espera de la llegada de los gitanos para traer los nuevos inventos; y el olvido, frecuente en los acontecimientos trágicos recurrentes en la historia de la cultura que presenta la obra. que la soledad está presente en todas las generaciones. El suicidio, el amor, el desamor, la traición, la libertad, el rencor, la pasión, el acercamiento hacia lo indebido, entre otros, son temas secundarios que a lo largo hacen que Cien años de soledad sea una novela que cambia la perspectiva de muchos.
El espacio novelesco es el universo mostrado por el narrador, en el cual transcurren los acontecimientos. Macondo nace y muere en la obra, en donde se incluyen los personajes y en el cual se observa que todo lo que ocurre externamente es menos denso y consistente dentro del relato.
Finalmente el ritmo narrativo le imprime a la historia un dinamismo que se complementa con el tono. En pocas palabras el narrador cuenta muchas cosas, condensando la información y mostrando los detalles esenciales de la historia. A pesar de estar ubicada en un marco histórico reconocible, la historia parece estática ya que ocurren acontecimientos que se repiten en forma cíclica una y otra vez. Gabriel García Márquez dotó de cierta personalidad a los personajes que aparecen al principio de la obra, personalidad que se ve reflejada en cada nuevo personaje que nace y adopta el mismo nombre de su antepasado.
Desde su publicación en 1967, Cien años de soledad ha sido objeto de múltiples críticas e interpretaciones desde diversas culturas a las cuales ha llegado esta obra.
En el ámbito latinoamericano, el escritor y Premio Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa afirma que Cien años de soledad es «una de las obras narrativas más importantes en nuestra lengua» y destaca la ambición del autor por crear «un mundo vasto, aprisionando tantas cosas y tan diversas dentro del espacio novelesco»; el escritor uruguayo Mario Benedetti calificó en 1972 a Cien años de soledad como «una empresa que en su mero planteo parece algo imposible y que sin embargo en su realización es sencillamente una obra maestra. Por su parte, el escritor chileno y ganador del premio Nobel de Literatura Pablo Neruda llamó a esta obra «El Quijote de nuestro tiempo».
Uno de sus principales críticos en la edición inglesa es el escritor y periodista norteamericano Norman Mailer, quien afirmó que en este libro Gabriel García Márquez “creó cientos de mundos y personajes en una obra absolutamente sorprendente”
Como el propio novelista explica: “Quise dejar constancia poética del mundo de mi infancia, que transcurrió en un casa grande, muy triste, con una hermana que comía tierra y una abuela que adivinaba el porvenir, y numerosos parientes de nombres iguales que nunca hicieron mucha distinción entre la felicidad y la demencia”.
Lo que sí es cierto es que los recuerdos de su familia y de su infancia, el abuelo como prototipo del patriarca familiar, la abuela como modelo de las “mamas grandes” civilizadoras, la vivacidad del lenguaje campesino, la natural convivencia con lo mágico... aparecerán, transfigurados por la ficción, en muchas de sus obras ( La hojarasca, Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera ...) y el mundo caribeño, desmesurado y fantasmal de Aracataca ( su pueblo natal)se transformará en Macondo.
Macondo era una imagen de América Latina, aunque pertenece a Colombia, bien podía ser cualquier pueblo en cualquier lugar del mundo.
Es un lugar ardiente, cenagoso, fuera del tiempo, arruinado y lleno de historias fantásticas.
Contar Macondo era una tarea imponente porque es un lugar mitológico. Todo allí es posible: seres mas que centenarios, varones que procrean gozosamente hasta la ancianidad, apariciones y diálogos con espíritus, alfombra que vuelan, ascensiones en alma y cuerpo al cielo, monstruosidades y destrucciones sobre-naturales.
Pero este mundo de realidades mágicas se ve afectado cuando entra el mal en Macondo, las guerras civiles y la fiebre del banano solo traen desgracias y muertes. Así, lo imaginario y lo real se enlazan con la historia de Colombia y con los males que afecta a toda Latinoamérica. El punto de vista del narrador es aparentemente omnisciente. Sin embargo, cuando se descubre la existencia de los manuscritos, se revela también que todo el relato está realizado desde la perspectiva de Melquíades, personaje que reúne las características del trashumante y el mago.
El relato adopta una apariencia virtualmente lineal, apenas hay una moderada retrospección en las primeras cien páginas cuyo eje es el momento en que "años después, el coronel Aureliano Buendía enfrenta el pelotón de fusilamiento", escena que débilmente despista al lector porque el coronel no muere en esa ocasión. Pero en realidad el tiempo de la novela no es sucesivo o cronológico, sino cerrado. El presente, el pasado y el futuro pueden ser narrados en un tiempo a cualquier tiempo por el narrador, porque el objetivo es narrar cada uno. Por eso, el tiempo en Cien años de soledad es circular. La novela tiene una declaración que se desarrolla y explica de manera lógica, que ninguna otra explicación puede ser posible. La manipulación del tiempo y creación de un sistema total no permite la medida de tiempo en una concepción lineal.
El pasado se repite en el presente y el futuro es previsible porque, de alguna manera, ya ocurrió. El tiempo no existe en Macondo, está congelado.
Ursula es el personaje que tiene la mas clara conciencia de vivir en una dimensión intemporal, propia de los sueños: cuando José Arcadio Segundo concibe el loco proyecto de establecer un sistema de navegación, el comentario de Ursula es " ya esto me lo se de memoria". Es como si el tiempo diera vueltas en redondo y hubiéramos vuelto al principio (como la historia de la humanidad, quien comete los mismos errores una y otra vez). En otra ocasión, cuando Aureliano Triste expone su plan para instalar un ferrocarril " que era descendiente directo de los esquemas con que José Arcadio Buendía ilustró el proyecto de la guerra solar Ursula confirmó que el tiempo estaba dando vueltas en redondo"
La acción concentra la espesa historia de Macondo en un tiempo inmóvil, donde mil cosas pasan y mil cosas vuelven, y sostiene la presencia de varios protagonistas, que se alternan en el primer plano y el trasfondo temporal, sin perder en ningún momento la tensión narrativa. Ese en uno de los prodigios de la novela, la manera cómo el autor ha enlazado las fastuosas aventuras de sus múltiples personajes sin dejarse un respiro y, a la vez, sin hacerles perder su individualidad
Es una obra que a pesar de haber cumplido cuarenta y cinco años de publicada,, continúa llamando la atención del lector que no la ha leído y a veces reclama ser leída nuevamente, en otra etapa de la vida.
(c) Magda Lago Russo
escritora
Montevideo - Uruguay

Bibliografía

“Cien años de soledad” – Gabriel García Márquez. Bogotá - 1988.

Análisis Literario.com

García Márquez o el arte de contar – Ricardo Guillón.


miércoles, 22 de diciembre de 2010

Acerca del cuento La santa de Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez
                                        




(Buenos Aires) 


Martha Minteguía ha venido publicando en la revista Archivos del Sur varios de sus trabajos de lectura y análisis de textos. Con la publicación de este trabajo sobre el cuento La santa de Gabriel García Márquez, del libro Doce cuentos peregrinos, se completa esta serie  que dará origen a un libro.
Le auguramos éxito en sus trabajos y muchos lectores.

Araceli Otamendi


----------------

Acerca de La santa por Martha Minteguía


Estos doce cuentos , permanecieron en un cajón por mucho tiempo olvidados por su autor  Gabriel García Márquez ,hasta que un día los eligió entre muchos otros arrumbados en su escritorio . El es un escritor nacido en Colombia y que en 1955 publica su primera novela : Hojarasca , pero su consagración llega con  Cien años de soledad .
Su obra literaria es prolífica y entre ella , estos Doce cuentos peregrinos  son especialmente interesantes. Entre ellos , he elegido para analizar :La santa , cuyo personaje principal ,Margarito Duarte , que es  casado y padre de una hija ,sufre la desgracia que un día ellas , mueren en un accidente .
Pasados doce años ,al trasladar las tumbas a un nuevo cementerio ,encuentra en el féretro de su hija , que el cuerpo de la niña está en perfecto estado y con perfume a rosas .
En el pueblo , todos comienzan a hablar de “ santidad “, y es así que Margarito  mete  el cuerpo  en un baúl y se marcha a Roma sin sospechar que se convertirá en cambio en cautivo de ella para el resto de su vida , en la búsqueda infructuosa de ser recibido por alguno de los Papas que se van sucediendo .
Hasta su acercamiento a un productor cinematográfico es un fiasco , ya que éste solo ve una posibilidad de éxito si el padre resucitara a su hija .
Cuando veinte años después lo vuelve a encontrar García Márquez , aún sigue peregrinando tras la audiencia imposible .
Este cuento está envuelto en el Realimo mágico , es decir , de esa característica propia de la literatura latinoamericana, donde se funde la realidad narrativa con elementos fantásticos, no para asociarlos sino para exagerar su aparente discordancia .
La santa supone un reto para todo lector ya que la noción común de la realidad lleva implícito un planteo sobre la “ verdad “ que puede desvirtuar el verdadero mensaje del cuento si sólo lo comprendemos como pura fantasía con ciertos ecos críticos sociológicos .
El narrador cuenta en primera persona y es el propio García Márquez  quién narra la historia, intercalando pequeños argumentos sobre sucesos vividos por él mismo en Roma . ( De hecho , él vivió varios años en Europa .)
La narración se mantiene en el pasado mediante nexos verbales del tiempo condicional compuesto ( había venido ) y se entrelaza con el “yo” del autor y de los otros personajes .
A su vez , abunda la inspiración humorística , lo popular con sus tradiciones y una atmósfera muy especial que revelan un estilo muy personal .
En La santa hay una notable influencia surrealista donde se exterioriza cierto vaho de “superstición “  junto a una clara reacción mediante la palabra ante  actitudes “ dictatoriales”, en este caso, de la Iglesia. De allí que aparezca una evidente imagen y concepto del ridículo amén de la clara crítica frente a sucesos posibles de orden Divino que la institución clerical no acepta. Al ser publicado en los 90 , se debe relacionar con aquellos que componen guiones de cine. El “ peregrinar “ no sólo tiene que ver con el tiempo que tardaron en publicarse, sino con el “ modo “ narrativo , ya que el autor va engarzando hechos que suceden entre diversos movimientos de la escritura , solamente estancada en breves instancias descriptivas .
Margarito  deja en su peregrinar una huella muy marcada y es la consideración del hombre como misterio en medio de datos realistas. ¿Es él  el verdadero santo? La respuesta es positiva al observar sus cualidades conjuntamente con su accionar en el centro de una total convicción de Fe . ¿Niega la realidad o la valoriza aún más desde su trasfondo mágico? Interrogantes que nos acercan a las características del Realismo mágico, en cuanto al reflejo del espacio latinoamericano cargado de fuertes creencias en la vida cotidiana. Margarito y el resto de los personajes perciben todo como “normalidad “ sin necesidad de explicación alguna. Importa más lo “sensorial “ y esa alusión que impone el título del cuento.
Dentro del “yo” narrativo central, existen diversos “ puntos de vista”  ante la multiplicidad  de personajes que dicen algo.
El tiempo evidencia lo cíclico (veinticinco años después volví a ver … ) y ( volví a Roma veintidos años después) , son capaces de ir disociando la propia racionalidad lectora. El presente se repite o se parece al pasado en todo el cuento. Esto ayuda a transformar lo común y cotidiano en una vivencia de experiencia sobrenatural.
El fenómeno de la muerte es tomado en cuenta como personajes que pueden morir y volver a nacer aunque atravesados  por el milagro bíblico que aumenta la intensidad de la historia contada: “ Por el amor de tu padre, hijita : levántate y anda .” ( Referencia a Lázaro, Nuevo testamento).
Este trabajo de intertextualidad en la escritura no es el único en el cuento, si pensamos por ejemplo en “ a bella dormida”  que atraviesa de puntillas la casa- pensión en Roma y se dirige a la alcoba de Margarito : alusión al mito de la humanidad en las figuras de Eva y su Adán. O cuando indirectamente nos recuerda a Pirandello en estas palabras : “ … durante años pensé que Margarito Duarte  era el personaje en busca de autor que los novelistas esperamos durante toda una vida …”  No sólo es un intertexto sino un claro accionar “ metalinguístico”, provocando ruptura en la lineación narrativa común.
Otro aspecto de los personajes a tener en cuenta , es que “ viajan “ o mejor dicho , atraviesan diversos espacios físicos y mentales . Ej: el tenor Rafael Rivero Silva , García Márquez o Zabattini . Hasta la tía Antonieta al rememorar como mataron a su amante durante la Guerra .
Al final del cuento,  García Márquez retorna al puro realismo reflexivo cuando dice : “Entonces no tuve ya ninguna duda , si es que alguna vez la tuve , de que el Santo era él .”
Sin darse cuenta a través del cuerpo incorrupto de su hija, llevaba ya veintidós años luchando en vida por la causa legítima de su propia canonización .
Semejante final , me remite como lectora, a querer bucear aún más entre líneas y tratar de encontrar la verosimilitud en una historia que presenta una dimensión más profunda que lo meramente fantasioso.
Esta nueva forma de realismo , nace a mi entender, de las raíces atormentadas de la tierra latinoamericana, sólidamente apoyada en las historias de sus pueblos, que contienen verdades únicas, personales, identificatorias.
Me quedo con un tipo de narrar novedoso para el siglo XX, mediante el cual , el texto requiere de la figura del lector Implícito o lector Modelo ( “ in – fabula” , parafraseando a U. Ecco ) .El lector tiene que dejar de lado su pasividad y volverse un entusiasta y dinámico buceador , tanto en el plano de la historia como en el plano del discurso. El texto de La santa apela a éste y lo interroga a su manera.
Creo que es el verdadero “ efecto”  que provoca el cuento .
Se superponen en él, lo sociológico, lo psicológico y lo histórico, en una nueva manera de narrar o contar .
El personaje cobra fuerza simbólica desde lo biplánico de todo signo linguístico y el cuento alcanza plena coherencia en esa realidad hondísima del lenguaje .

(c) Martha Minteguía

Mar del Plata
Provincia de Buenos Aires