(Buenos Aires)
Está de moda en Buenos Aires producir, vender y comprar accesorios de diseño: carteras, collares, aros, cinturones, anillos, pulseras, vestidos, blusas, pulóveres, remeras y toda una cantidad de objetos que producen estudiantes y egresados de las nuevas carreras de diseño que han proliferado en los últimos años.
A veces me detengo en las vidrieras, otras entro directamente a observar los objetos, de vez en cuando compro algo.
Hay aros, zapatillas, remeras, carteras, con imágenes de actrices y mujeres artistas y hay dos íconos que se repiten en casi todas: la cara de Marilyn Monroe y la cara de la pintora mexicana Frida Kahlo.
Marilyn, la actriz que interpretó roles de “rubia tonta” en el cine pero en la vida real fue una mujer con grandes carencias de afecto y tuvo una infancia desgraciada, también escribía y estudiaba. Recientemente se publicó el libro Fragmentos con cartas y poemas de la actriz y prólogo del escritor Antonio Tabucci quien escribió que nadie sospechaba que en ese cuerpo vivía el alma de una intelectual y poeta.
En cuanto a Frida Kahlo, me encantan sus pinturas, pero ella personalmente padeció dolores físicos a causa de la enfermedad que le ocasionó un accidente y también psíquicos, con un doloroso matrimonio con el pintor Diego Rivera.
¿Entonces, qué elegir si voy a comprar un par de aros, por ejemplo? Me quedo con la imagen del cuadro de Leonardo Da Vinci, La dama del armiño. Se supone que es el retrato de Cecilia Gallerani, la amante de Ludovico Sforza, llamado “el moro”. ¿Está confirmado? No sé. Pero elijo ese par de aros con la imagen de La dama del armiño que sugiere belleza y tranquilidad.
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