Proponen homenaje a Federico M. Peralta Ramos

Estamos proponiendo al Gobierno de la Ciudad que erija una escultura en homenaje a Federico Manuel Peralta Ramos.

La obra será una réplica a escala natural (4 m. de altura) del famoso "Huevo" que, de aprobarse la iniciativa, será emplazada en la plazoleta ubicada en la intersección de Florida, Rojas y San Martín, frente a Plaza San Martín, a metros de la esquina norte del Kavanagh. Dicha plazoleta recibirá el nombre del gordo y se complementará con la inscripción de una frase suya. "Soy un pedazo de atmósfera".

Se adjunta el texto completo de la propuesta.

Si querés apoyar este emprendimiento, por respondé este mail indicando tu nombre completo y número de documento.

Muchas Gracias,

Ernesto
http://www.ernestomallo.com.ar
emallo@fibertel.com.ar

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Sr. Ministro de Desarrollo Urbano

Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Arq. Daniel Chain


Motiva esta nota presentarle una iniciativa avalada por los abajo firmantes para erigir un monumento a la memoria del fallecido artista plástico Federico Manuel Peralta Ramos en la plazoleta (que proponemos lleve su nombre) ubicada en la intersección de las calles Florida, Ricardo Rojas y San Martín, por ser próxima a la zona que solía frecuentar. El monumento será una réplica de su famosa obra "Huevo" con la inscripción "Soy un pedazo de atmósfera", frase que le pertenece. Fue en vida, y sigue siendo, una figura inspiradora para los artistas de esta ciudad. (se adjunta plano ilustrativo de la propuesta ).


Federico Manuel, nació el 29 de enero de 1938, en Mar del Plata, ciudad fundada por su tatarabuelo, Patricio Peralta Ramos en 1874. Su padre, el arquitecto Federico Peralta Ramos formó en 1936 el célebre estudio SEPRA de arquitectura, junto con Santiago Sánchez Elía y Alfredo Agostini, que realizó más de mil proyectos con dos millones de metros cuadrados construidos.


Autodidacta irredento, Federico Manuel incursionó en la pintura, escultura, actuación y canto, luego de abandonar la carrera de arquitectura, siempre con obras originales e ingeniosas en las que podía leerse una humorística crítica social. Su objetivo, declarado por él mismo, fue fundir arte y vida.


En 2003 el Museo de Arte Moderno montó una retrospectiva de su obra que incluyó pinturas, dibujos, servilletas, fotos y videos. La exhaustiva curadora de esa muestra, Clelia Taricco, expresó de Federico: "Es indudable que su batalla contra la mentalidad pequeño burguesa y la protesta contra los falsos mitos de la razón positivista, lo vinculan desde un principio con las vanguardias".


Fue amigo de todos los grandes de su generación a quienes deslumbraba con sus ocurrencias y reflexiones. Alberto Greco, Rogelio Polesello, Marta Minujín, Pedro Roth, Ernesto Deira, Jorge De la Vega, Juliano Borobio y Josefina Robirosa, entre muchos otros. Famosos fueron sus duelos verbales con Pier Cantamessa en el Florida Garden, uno de los cafés que frecuentaba, o sus tenidas con Jorge Luis Borges, en el bar de la Galería del Este, a metros de la Librería La Ciudad. Al decir de la crítica María Gainza, Federico fue "una suerte de Marcel Duchamp porteño que hizo el gesto artístico su marca registrada".


Tomó parte del legendario programa de Tato Bores, participó en el Film "El Hombre que ganó la razón" de Alejandro Agresti, fundó la religión "Gánica" que entre sus preceptos sostenía que había que hacer siempre lo que se tuviera ganas, y que a Dios hay que dejarlo tranquilo. Cantó en los escenarios de África, Karim y Mau Mau. Expuso en el CayC, en el Centro Cultural Recoleta y en la galerías Carmen Waugh y Witcomb (donde serruchó sus cuadros por que debido a su tamaño, no pasaban por la puerta). En 1965 ganó con "Nosotros Afuera" el Premio Nacional impartido por el célebre Instituto Di Tella, con su no menos célebre "Huevo" de cuatro metros de altura. Obtuvo la Beca Guggenheim y la dilapidó en una cena que ofreció a sus amigos. La respuesta de Federico a la queja de la Fundación por el uso que le había dado al dinero, motivaron que ésta modificara su política en beneficio de los becados.


El 30 de agosto de 1992, Federico Manuel Peralta Ramos falleció en la ciudad de Buenos Aires a causa de un síncope cardíaco.


"El Gordo", como todo el mundo lo llamaba, solía decir de sí mismo "Soy un pedazo de atmósfera". Y en verdad es un importante pedazo de la atmósfera artística y cultural de Buenos Aires.


Por lo expuesto entendemos que con esta propuesta estaremos homenajeando a este gran artista original e ingenioso que inspiró a muchos otros de su generación y continúa inspirando a los más jóvenes.


Sin más lo saludamos muy cordialmente.



“Pinté sin saber pintar, escribí sin saber escribir, canté sin saber cantar. La torpeza repetida se transforma en mi estilo”.

FMPR


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Adhesión pro homenaje a Federico Manuel Peralta Ramos
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