(Dakar/Senegal) Javier Claure C.
El Foro Social Mundial (FSM), de este año, se llevó a cabo en Dakar, capital de Senegal, del 6 al 11 de febrero. Participaron movimientos sociales de izquierda, asociaciones femeninas, organizaciones campesinas, grupos ecologistas, ongs, sindicatos rurales, trabajadores de fábricas, organizaciones de pescadores etc. Dakar recibió a miles de personas con ideas progresistas, que provienen de todos los rincones del mundo, bajo la consigna de que "otro mundo es posible".
El acontecimiento empezó con una marcha de apertura desde la zona de la Medina, situada en el corazón de Dakar, hasta el campus de la Universidad Cheikh Anta Dioup, donde instalaron un enorme escenario. Caravanas de personas marcharon por la ciudad senegalesa con pancartas, trajes típicos de sus países y grupos de música, creando así un ambiente internacional de solidaridad entre los pueblos. El presidente de Bolivia, Evo Morales, fue el invitado especial y en su discurso mencionó algunos pasajes de su ascenso a la presidencia de Bolivia, pero también arremetió contra el capitalismo y sus desvastadores efectos para la humanidad. Dijo que los recursos naturales de un país pertenecen al pueblo, y si las masas populares tienen el control de esos recursos, entonces pueden cambiar el destino de una nación. Como así también el agua es un derecho humano. Tenemos la responsabilidad de salvar el planeta Tierra, y para salvar el planeta Tierra debemos luchar contra los enemigos internos y externos, añadió.
Durante los subsiguientes días a la inauguración, se crearon diferentes talleres de trabajo para difundir propuestas alternativas relacionadas con el agua, la alimentación, el machismo, la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, el efecto negativo de las sociedades patriarcales, el calentamiento de la Tierra, la descolonización de los pueblos etc.
A diez años de la creación, de este Foro Social Mundial, en Porto Alegre (Brasil), parece cobrar vigor, con gran fuerza, en un mundo cada vez más polarizado en donde el neoliberalismo quiere ganar aún más terreno. Por otro lado, las alternativas planteadas en el FSM apuntan contra el capital concentrado en pocas manos, contra la globalización, las empresas multinacionales, el militarismo, el colonialismo etc. Es decir, es un lugar público en el que se debate, en forma democrática, las sugerencias esbozadas en contra del imperialismo y sus derivados.
Los países del llamado Tercer Mundo, no pueden pagar la crisis de los países desarrollados. Ni tampoco pueden pagar los desastres medioambientales provocados por los países industrializados. El calentamiento global de la Tierra ha causado estragos en la naturaleza: inundaciones, enfermedades, sequías, hambruna y perturbaciones en la vida de los animales. Algunos científicos han informado que la carrera armamentista nuclear y las alteraciones ambientales provocadas en el planeta, ha causado un descontrolado cambio climático y advierten que esos cambios, "situan el fin del mundo a tan sólo cinco minutos." Si bien se trata solamente de teorías científicas, no deja de preocupar los efectos del cambio climático que estamos viendo día a día. Es responsabilidad de los distintos gobiernos y, con mayor razón, de los países industrializados aceptar medidas eficaces para frenar los desastres naturales.
Son muchos los desafios que plantean los diferentes movimientos sociales. Existe una necesidad inmediata de cambiar las estructuras político-institucionales de los países que se niegan a crear paradigmas sociales de progreso. Tomando en cuenta la situación política internacion al, el Comité Organizador Senegalés ha estructurado una agenda con muchos puntos para lograr una sociedad más humana basada en el respeto por la dignidad, la diversidad, la igualdad entre los seres humanos, la justicia, la creencia religiosa, la salud y otros. Además propone:
a) Fortalecer la capacidad ofensiva contra el capitalismo neoliberal y sus instrumentos.
b) Profundizar la lucha y resistencia contra el capitalismo, el imperialismo y la opresión.
c) Proposición de alternativas democráticas y populares.
En este espacio de profundas reflexiones, se cuestiona el modelo neoliberal que solamente concentra las riquezas, de un país, en manos de las élites nacionales. Representantes de movimientos campesinos y feministas de muchos países latinoamericanos, se reunieron en un taller para dar a conocer sus ideas, propuestas y experiencias. Esperanza Huanca (Bolivia) inauguró el acto, con un saludo a los pueblos originarios y un pequeño ritual en honor a la hoja de coca. Otras participantes Pamela Caro (Chile), Monica Hormazabal (Chile), Emilia Jomalinis (Brasil) y Dolores Sales (Guatemala) presentaron alternativas para el desarrollo de una sociedad mas justa. Se puntualizó que las mujeres han desarrollado mecanismos de producción, pero que lamentablemente han sido invisibles por efecto de las sociedades patriarcales y machistas. Otro tópico que se puso en el tapete, fue el de la soberanía alimentaría como derecho básico de los pueblos. El tema de alimentación no ataña solamente al movimiento campesino, sino también a todos los seres humanos del planeta. No hay soberanía alimentaría si no hay reformas agrarias. Y esto tiene que ver con el derecho a producir, pero a veces no se puede producir alimentos porque, en algunos países, los campesinos son despojados de sus tierras. Los pueblos indigenas no pueden explicar su existencia sin la Pachamama (Madre Tierra) que nos ofrece los alimentos. O sea, si alguien tiene comida en la comunidad, quiere decir que las otras personas de la comunidad también tienen comida, ya que existe una especie de trueque de mercancias. En las comunidades indigenas no existe la ganancia financiera como impone el capitalismo, explicaron las conferencistas.
Por su parte, Esperanza Huanca habló del proceso de descolonización y despatriarcalización en Bolivia. Marta Lanza (Bolivia) comentó algunos puntos de la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el derecho a vivir bien.
Otro de los protagonistas del FSM, Ibrahine Sene, miembro del Partido de la Independencia y del Trabajo de Senegal, indicó que se debe crear una nueva África e hizo conocer los planteamientos políticos de su partido que contradicen a los del gobierno actual de su país. Tenemos que reforzar la presencia de nuestro partido y su programa político para hacer frente a las elecciones presidenciales del próximo año, acotó con entusiasmo.
Con la revuelta social en Túnez y las protestas que sacudieron a Egipto, el escenario político africano adquiere un panorama muy particular. África, como el continente sudamericano, están cansados de ser objetos de explotación. Ya no son tiempos de colonialismo ni esclavitud. Al contrario, hoy existe una enorme voluntad política y social para el ''resurgimiento africano''. Y así terminar con la pobreza, el hambre y la ignorancia para emprender un nuevo camino de desarrollo en todos los campos sociales. Otro mundo es posible, siempre y cuando se respeten los Derechos Humanos y las propuestas alternativas de los movimientos sociales. Por consiguiente, los espacios democráticos para difundir reflexiones, en base a la experiencia, como en el FSM son de suma importancia. Durante la historia de la humanidad se ha demostrado que la lucha por una causa justa no tiene barreras. La inquietud y el esfuerzo de cambiar las estructuras sociales en favor de los pueblos es, entonces, una tarea imprescindible para los países sedientos de democracia, de libertad y soberanía.
(c) Javier Claure C.
Dakar, Senegal
Javier Claure C. es un escritor boliviano residente en Estocolmo.
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