Querida amiga:
No tengo palabras para agradecerte.
Pero sí para felicitarte, porque los premios,
cuando los reciben quienes los merecen,
reconfortan a todos, de alguna manera,
se podría decir, nos premian a todos,
porque retroalimentan la fe grupal,
alzan la autoestima colectiva.
MUY BIEN GANADO.
Un beso grande,
Ricardo Rabinovich-Berkman
Director de Revista Persona
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